domingo, 21 de septiembre de 2008

Domingo, 21 de septiembre de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, en el Evangelio de hoy los llamo a todos a venir y a trabajar en Mi viñedo, mientras se esfuerzan por hacer Mi Voluntad en la salvación de su alma y las almas de los demás. Es Mi gracia y Mi muerte en la cruz lo que les ha permitido venir al cielo, porque Yo he pagado el precio para redimir sus almas. A algunos se les conceden gracias antes en sus vidas para creer en Mí y seguirMe en la fe. A aquellos que tienen más gracias, se les exigirá más. Algunos pueden venir a Mí más tarde en sus vidas, incluso después de muchos años de vivir en pecado. A estos se les concede una gracia especial por un milagro de conocimiento de Mí, o a través de las oraciones y peticiones de otros. Estos también recibirán el mismo salario o recompensa de venir al cielo. Incluso hay algunas almas que son conversiones en el lecho de muerte. Soy verdaderamente un Dios gracioso y les doy hasta su último aliento para ser salvados y aceptarme como su Salvador. Una vez que vengan al cielo, también juzgaré quién es digno de estar en los niveles superiores del cielo basándome en su amor y sus acciones. Así como los llamo a amarme y venir al cielo, también les pido que aspiren a alcanzar los niveles superiores del cielo haciendo lo mejor que puedan para servirme en todas las formas posibles. Regocíjense sobre todo porque se les ha concedido estar conmigo en Mi visión beatífica por toda la eternidad. Venir al cielo será la recompensa más agradable que podrían recibir por su amor y servicio.”