domingo, 29 de marzo de 2009

Domingo, 29 de marzo de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, cuando curé a la gente en el Evangelio, me enfoqué en curar almas sin tratar de atraer la fama hacia Mí. Incluso cuando expulsé demonios de la gente, les dije a los demonios que se callaran y no proclamaran que Yo era el Santo de Dios. Verdaderamente fui un Mesías oculto. Hubo varios incidentes cuando Mi verdadera identidad fue revelada. Mi Transfiguración fue presenciada solo por tres de Mis apóstoles. En la sinagoga de Nazaret les dije que Yo era un cumplimiento de los escritos de Isaías sobre la curación de la gente, pero ellos querían matarme por blasfemia. Entre Mis apóstoles, San Pedro fue dado por Mi Padre para saber que Yo era la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Ante el Sumo Sacerdote también admití que Yo era el Hijo de Dios, pero ellos me crucificaron por blasfemia. Todo esto fue parte del plan para Mi crucifixión para salvar a toda la humanidad de sus pecados. Muchos vieron poder en Mis curaciones, Mis milagros y la autoridad de Mis palabras, pero pocos querían admitir que Yo era el Mesías, especialmente Mi propio pueblo judío se negó a creer en Mí. Sin embargo, a pesar de este rechazo, Mi Resurrección fue una prueba para todos los que quieren creer en Mí. La historia de la formación de Mi Iglesia y su existencia hasta hoy también es un testimonio de Mi protección contra las puertas del infierno. Solo aquellos que creen en Mí y Me aceptan pueden entrar en el cielo, porque verdaderamente soy el Mesías para siempre. Estoy con ustedes siempre en Mi Santísimo Sacramento.”