miércoles, 22 de julio de 2009

Miércoles, 22 de julio de 2009

(Santa María Magdalena)

Jesús dijo: “Mi gente, después de que los israelitas se quejaron, Moisés le rezó a Dios por pan y carne. Por Mi gracia, recibieron maná en el desierto por la mañana y codornices que caían en el campamento al anochecer para comer. Cuando yo morí, me dejé atrás en el pan y el vino de la Comunión que reciben en la Misa. Así que tienen Mi Presencia Real en Mi Hostia para alimento espiritual y físico. Así como yo proporcioné alimento a Mi pueblo en el Éxodo, así proporcionaré alimento a Mi remanente en el próximo Éxodo Moderno en Mis refugios. Multiplicaré lo que alimento tienen, y Mis ángeles les darán la Sagrada Comunión todos los días si no tienen una Misa. Por la noche, permitiré que los ciervos entren en su campamento y caigan para su carne. Tendrán agua de manantiales milagrosos que sanarán sus dolencias. Confíen en que yo proveeré para sus necesidades, así como yo proveí para los israelitas.”

Jesús dijo: “Mi gente, las flores de primavera como los lirios siempre son una señal de esperanza en una nueva vida. Estos lirios siempre se exhiben alrededor de Pascua, por lo que están asociados con Mi Resurrección de la tumba. En esta vida su deseo es estar Conmigo en última instancia en el cielo a medida que están esperando su propia resurrección en el último juicio. Esta vida pasa rápidamente, por lo que no vale la pena tratar de extender su vida más allá de cuando yo los llamo a casa. Vivir una vida larga es una gracia, pero no los acercará al cielo a menos que usen ese tiempo extra para crecer en su fe. Vivan cada día como si fuera su último día porque no pueden prometerse a sí mismos que estarán vivos mañana. Aprovechen al máximo cada día para acercar a tantas almas a Mí como sea posible. Cuantos más buenos actos tengan en sus manos, más tesoro tendrán en el cielo para su juicio. Hagan lo que puedan para ayudar a las personas necesitadas porque cada oportunidad para ayudar a alguien es una oportunidad para la gracia. Den alabanza y gloria a Mí por traer la salvación a todas las almas. Es su deseo aceptar Mi regalo de salvación y entregar su voluntad a Mí en total consagración. Aquellos que buscan Mi perdón de sus pecados y Me aceptan como Maestro sobre sus vidas, son aquellos que están en el camino correcto hacia el cielo.”