domingo, 13 de septiembre de 2009

Domingo, 13 de septiembre de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, al mirar Mi santuario, quiero enfatizar la importancia de creer en Mi Presencia Real en el Pan y el Vino consagrados. Cuando instituí Mi Eucaristía como sacramento en la Última Cena, estaba dejando Mi Recuerdo con Mi pueblo hasta el fin de los tiempos. Piensen en Mi Hostia consagrada como si Yo estuviera con ustedes físicamente en carne y hueso. Quiero animar a Mis fieles a asistir a la Misa dominical, independientemente de cualquier compromiso deportivo de sus hijos. Obedecer el Tercer Mandamiento es más importante que cualquiera de sus excusas terrenales. Cuando Me reciben en la Sagrada Comunión, también necesitan estar libres de cualquier pecado mortal. Les he dado Mi sacramento de la Penitencia o Reconciliación para que vengan a Mí en el sacerdote para perdonar sus pecados. Sería lo mejor para su alma confesar sus pecados al menos una vez al mes. Aquellos que anhelan estar conmigo tanto como pueden, van a la Misa diaria y Me visitan a menudo en la Adoración o delante de Mi tabernáculo. Enseñen a sus hijos sus oraciones, y con el ejemplo anímenlos a hacer un compromiso personal conmigo en su consagración diaria de entregar todo a Mí. Al estar abiertos en su corazón, mente y alma a hacer Mi Voluntad, Me permitirán usarles para evangelizar almas y hacer buenas obras para su prójimo en sus necesidades. Den alabanza y gloria a su Señor todos los días, ya que tienen la oportunidad de servirme mientras estén vivos.”