domingo, 6 de diciembre de 2009

Domingo, 6 de diciembre de 2009

(Segundo Domingo de Adviento)

Jesús dijo: “Mi gente, San Juan el Bautista es Mi heraldo en el desierto en la lectura de hoy, ya que preparó al pueblo para Mi venida, no solo en Navidad en Mi nacimiento, sino para proclamar más tarde que el Reino de Dios está cerca. Al pueblo de Israel se le llama a leer las Escrituras para ver Mi venida en Belén, el lugar del Rey David. También escucharon que una virgen dará a luz, que es Mi Santísima Madre. Estos primeros domingos de Adviento recuerdan todas las profecías anteriores que están a punto de cumplirse cuando vine a la tierra encarnado como hombre. Mi propósito fue dar al hombre Mi Palabra del Evangelio de amor y morir por tus pecados. El día que morí hubo un gran terremoto que rasgó el velo en dos en el templo. Puedes ver los resultados también en la Iglesia del Santo Sepulcro debajo de donde se colocó Mi cruz. Regocíjate en las palabras de San Juan que proclaman Mi venida.”

Jesús dijo: “Mi gente, habéis estado esperando pacientemente el tiempo de la tribulación para comenzar, ya que habéis preparado vuestros refugios y vuestras mochilas. Ahora vivís cómodamente, pero vuestra persecución será peor de lo que pensabais. Sin la protección de Mis ángeles, ninguno de vosotros sobreviviría. Viviréis como una comunidad cristiana amorosa, ayudándoos mutuamente a sobrevivir. Tendréis lo que necesitáis porque confiaréis en Mí con fe. Los acontecimientos que conducen a la tribulación ya están en marcha. Una vez que se declare la ley marcial, estaréis en camino a vuestros refugios donde permaneceréis durante la tribulación. Vuestra vida de oración será intensa ya que veréis a muchos martirizados por su fe. Aquellos que son martirizados por la fe se convertirán en santos instantáneos en el cielo. No temáis estos tiempos, sino mantened la paz en vuestra alma, y Yo me ocuparé de vosotros. Caminad conmigo tratando de evangelizar almas, incluso antes de Mi Advertencia. Muchos se han alejado de su fe, y necesitan guerreros de oración para salvarlos. Regocijaos cuando veáis que estos acontecimientos comienzan porque sabéis que Mi venida de nuevo es pronto.”