martes, 3 de enero de 2017

Mensaje de la Santísima Virgen María

Amados hijos de Mi Inmaculado Corazón:

Os Amo Hijos Míos; Como Madre Os Llevo En Mi Vientre Todo El Tiempo Que Sea Necesario.

En Mi Vientre aprendéis a amar como Mi Hijo os pide, comprendéis que para vivir rectamente es necesario que conozcáis a Mi Hijo, para que no os sorprendan Su obra y Su acción que están fuera de todo esquema humano. Mi Hijo es Misericordia Infinita y por un alma, derrama toda Su Misericordia para acoger al pecador; no hay pecador arrepentido al que Mi Hijo le dé la espalda. Vosotros, como seres humanos, estáis confinados a la visión limitada que tiene cada persona; Mi Hijo supera el concepto humano del perdón y sale al encuentro de las almas, para rescatarlas y ofrecerles Su Amor Divino.

En este instante, hijos, el hombre debe salir de la niebla que le impide mirar más allá de lo que sus ojos pueden ver. Debe romper con las ambiciones con las que ha vivido. El ambicioso nunca está satisfecho y esto ensucia los sentidos hasta endurecerlos para que sólo vean una meta, que es pesada y destructiva.

No puedes caminar arrastrando tras de ti los actos y las obras de los demás, sino emprendiendo un camino propio, decidido, de entrega y humildad, de sabiduría y, al mismo tiempo, de comprensión de la Justicia Divina. Todos, como hijos de Dios, merecen oportunidades, perdón, caridad, esperanza, amor, bendición y, sobre todo, merecen saber, en todos los instantes, que son dignos de optar a la Vida Eterna.

Vosotros, hijos de Mi Corazón Inmaculado, tenéis que fortalecer vuestra Fe, fortalecer la fuerza que reside en cada persona, y esto lo conseguís mediante el amor y la unidad. Debéis miraros a vosotros mismos para lograr un cambio radical; no mirar a vuestro hermano, pues esto os detendrá: siempre veréis en vuestro hermano aspectos que sólo os llevarán a deteneros espiritualmente. Mis hijos deben formar un muro invencible, impenetrable.

Amado Mío, el sopor espiritual, la desilusión espiritual y la ceguera espiritual hacen brotar sentimientos equivocados y contrarios al amor, haciendo que la criatura se ciegue ante todo. Así, la acción de Satanás alcanza doble fuerza, tendiendo continuas emboscadas a quienes no esperan encontrar ningún obstáculo en el camino.

Hijos, debéis conocer al enemigo del alma, para que no seáis presa de sus maquinaciones. Tenéis que conocer cómo actúa Satanás para que no seáis presa de sus seducciones, ni de sus emboscadas, disfrazadas de buenas intenciones.

El mal camina por el mundo no de una forma, sino de mil maneras. Por eso tienes que saber de antemano contra quién y contra qué luchas, para elaborar las estrategias adecuadas.

Rezad, rezad, rezad; la Humanidad está enferma por el deseo de posesión, habéis olvidado la oración y os centráis en las apariencias y la POSESIÓN.

El derrocamiento dentro de la Iglesia será llevado a su punto más extremo, no sin antes dejar fuertes y profundas huellas en la Humanidad, que deberá ser evangelizada con madurez.

Queridos hijos, la humildad no siempre es signo de modestia. Pero el conocimiento da palabras de fuerza para que tengáis el fuego que silencia al necio y desespera al que cree saberlo todo.

Yo, como Madre de Todos los Hombres y Reina del Cielo y de la Tierra, os envío a profundizar en el conocimiento de mi Hijo y de sus Enseñanzas.

Para esta generación, en sus instantes decisivos, una semana puede parecer varios meses, y a veces una semana parecerá un día, debido a los acontecimientos que estáis viviendo.

Todo será diferente: añoraréis el mundo actual, ya que el que existirá más adelante será muy diferente de lo que estáis viviendo hoy y de sus posibilidades, por muy restringidas que sean.

No veis cómo la Naturaleza sorprende a la Humanidad con sus cambios inesperados; la aviación y la aeronáutica tendrán que avanzar en sus sistemas ante la imprevisibilidad de los cambios inesperados de los vientos, de las aguas, de los elementos; amados hijos, todo cambiará.

Rezad amados hijos, rezad por Argentina, sufrirá y llorará.

Rezad hijos, rezad por Puerto Rico, sufrirá por la fuerza de la Naturaleza.

Rezad hijos, veréis en el cielo como se acerca el fuego del Universo.

Rezad niños, rezad, Brasil sufrirá por su alejamiento de Dios.

Rezad niños, rezad por Chile, sufrirá, los gritos llenarán el aire.

Estados Unidos sufrirá turbulencias.

AMADOS HIJOS DE MI CORAZÓN INMACULADO, Sed Justos Con Mi Hijo, Dadle El Honor Y La Gloria Que Las Criaturas Humanas No Le Dan.

No Os Contaminéis Con Lo Que No Es La Voluntad Divina, Cumplid La Palabra Divina.

No Aceptes Lo Que Mi Hijo No Te Ha Enseñado.

Los hijos de Mi Hijo son fieles y verdaderos. Los hijos de Mi Hijo son los que no rechazan ni niegan a Mi Hijo. Los hijos de Mi Hijo saben que Mi Hijo volverá en Su Segunda Venida y les dará Su Mano y les levantará del lugar al que serán enviados. Esperad pacientemente y no perdáis la fe.

MI Hijo Viene, anunciado por toda la CREACIÓN. No volverá en un pobre pesebre, sino como Rey; viene en medio de la Bóveda del Cielo que se abrirá para abrirle paso, viene acompañado de miríadas de Seres Angélicos, y de todas las Jerarquías.

Las estrellas parecerán descender hacia la tierra; de día las verás brillar.

Los mártires cantarán la Gloria Divina, todo lo que existe cantará la llegada de Mi Hijo.

Los Arcángeles y los Serafines elevarán cánticos con melodías armoniosas como nunca ha oído el hombre. El aire cantará y el agua se elevará, formando pequeñas gotas de agua que surgirán en armonía, formando hermosos arco iris multicolores, tan puros en su esencia, que el hombre no ha visto nunca tales colores.

La vegetación se unirá a tal regocijo y se moverá al unísono, produciendo el sonido de las trompetas al ritmo de los cantos.

Un Arcángel tendrá en su mano un Cáliz con la Sangre de Mi Hijo, la misma que fue recogida al pie de la Cruz, y esta Sangre será derramada como abundante rocío sobre el Santo Remanente, fiel y verdadero, que no negó a Mi Hijo.

Amados hijos de Mi Inmaculado Corazón, esperad pacientemente, aferrándoos a Mi Hijo y a lo que Él os aclare.

No busquéis tesoros que no encontraréis; ya poseéis el mayor tesoro: la explicación del Verbo Divino por la gracia y la misericordia trinitaria.

Yo te bendigo,

Madre María.

SALVE María Purísima, Concebida Sin PECADO.