martes, 19 de febrero de 2013

¡Purifíquense en su vida!

- Mensaje No. 35 -

Hijo mío. Reza con Nosotros. Por las almas pobres en el Purgatorio, que ya no pueden hacer nada por sí mismas y están esperando vuestras oraciones, para la mitigación de su sufrimiento y para la salvación y resurrección inminentes a Dios Padre.

Hijos míos, si supieran cuánto tiene que sufrir un alma en el purgatorio. Está expuesta a las "llamas de la purificación" y no puede defenderse de ellas. Es terrible ver sufrir a estas almas pobres, pero han desperdiciado su oportunidad de purificación durante su vida.

Queridos hijos míos. Debéis hacer todos los esfuerzos posibles para resistir el pecado. Purifíquense mientras estén vivos para que no tengan que pasar por este tormento después - después de su muerte física. Es un tormento terrible, pero será recompensado. Rezad, hijos míos, por las almas pobres en el Purgatorio, para que puedan experimentar alivio y resurrección.

Cada alma que ayudéis, pedid gracias para vosotros. Es un dar y recibir. Pero rezad con un corazón puro y no porque esperéis algo a cambio. El alma por la que rezáis rezará por vosotros. Y ni siquiera tenéis que conocerla o haberla conocido aquí en la tierra. Esa es la maravillosa cosa de la creación de Dios Padre: si hacéis el bien, recibiréis el bien. Si pedís por alguien, ellos rezarán por vosotros. Es puro amor y gratitud.

Hijos míos, sed altruistas, es decir, no penséis en vosotros mismos sino en todas las almas. Haced el bien unos a otros y seréis recompensados. Dios Padre se complace con cada buena acción, cada buena voluntad, cada oración dicha con un corazón puro. Ya no os pongáis en el centro de vuestras vidas, sino vivid una convivencia con todos vuestros hermanos y hermanas. Vuestra vida será más rica en tanta alegría.

Vivid, hijos míos, y no os preocupéis. Entregad todo a Dios Padre, cada pensamiento obsesivo, cada tentación, cada palabra malvada, sea lo que sea. Entregad vosotros mismos, vuestras vidas a Él, vuestro Padre en el Cielo, y abundantemente se os dará. No confundáis la riqueza con la materia, queridos hijos míos. Dios Padre os cuidará si le dais vuestro SÍ. Dejadle actuar en vuestra vida. Entonces todo irá bien.

Hijitos. Pensad en las almas pobres en el Purgatorio, e inclúydlas en vuestras oraciones. Os amamos.

Vuestra Madre en el Cielo Oración No. 9: - Oración para ayuda para las almas pobres en el purgatorio

Dios Padre, recordad a todos vuestros hijos. Ayudad especialmente también a las almas pobres en el purgatorio.

Aliviad su sufrimiento y tormento y conducidlos a la salvación, para que ellos también sean dignos de entrar en Vuestro Reino. Amén Hijo mío, haz esto saber. No son muchos los que interceden por las almas pobres en el purgatorio. Me dais gran alegría con esto.

Gracias. Vuestra Madre en el Cielo Gracias, hijo mío, por escribir para Mí. Buenas noches.