martes, 26 de febrero de 2013

Seréis testigos del Nuevo Paraíso.

- Mensaje Nº 42 -

Hijo mío. El tiempo aquí en tu tierra está a punto de agotarse. Todos los planes malvados que el Adversario tiene guardados para ti pronto llegarán a su fin. Mi Hijo, Jesucristo, descenderá a ti, y con la intervención de la divina mano de Su Padre, Dios Todopoderoso, Satanás y su ejército oscuro perecerán. No podrán y nunca más podrán reclamar el derecho a vivir entre vosotros, queridos, fieles hijos míos. Pronto llegará el momento. Pronto Mi Hijo y Dios, Nuestro (todos) Padre, arrancarán la raíz del mal.

Hijos míos, debéis ser fuertes, pues mucho sufrimiento llegará, sin embargo, a vuestra tierra. Dios Padre no se quedará de brazos cruzados mientras el Adversario "empuja" a su Anticristo y éste destruye a los hijos de Dios. Por lo tanto, vuestra tierra aún experimentará mucha purificación. Terremotos, inundaciones, tormentas, violentas tormentas y rayos azotarán vuestra tierra. No tengáis miedo, hijos míos amados. Todo esto debe suceder para despertar el mayor número posible de almas.

Hijos míos. Hijos míos amados. Permaneced siempre en la confianza de Dios. Dios Padre protege a todos Sus hijos. Entregad vosotros, vuestras vidas en Sus manos y nada puede sucederos. Pase lo que pase, lo que sintáis, lo que experimentéis o atraveséis, ofrécelo a Dios Padre. Sólo Él quita la tristeza, sólo Él quita el dolor, y Él sufre con vosotros a través de Su Hijo, Jesucristo, vuestro Salvador, y se lamenta con vosotros. Y Él os da alegría, una alegría inmensa, profunda y satisfactoria, y cuando pedís el Espíritu Santo, se os concede la iluminación.

Queridos hijos míos. Todo esto es un proceso maravilloso que cambiará vuestro ser más íntimo y también os hará conocer los secretos ocultos de la conexión con Dios. Venid a Él, hijos míos amados, confiad en Él, y Él os guiará a través del final de estos tiempos finales, en parte terribles. No tengáis miedo, hijos míos pequeños y grandes. Os amamos con Todo Nuestro Ser y nos alegramos de que encontréis el camino hacia Nosotros. Yo, vuestra Madre en el Cielo, os llevo a Jesús, Mi Hijo, y si lo queréis, os entrego a Él. Él, Jesús, vuestro Salvador, os conduce a Dios Padre. Y en medio, Todos estamos con vosotros y os acompañamos a través de este tiempo de la caída de vuestro mundo existente.

Hijos míos. ¡Regocijaos! Pues seréis testigos del Nuevo Paraíso. Pero debéis profesar vuestra fe en Mi Hijo, pues sólo Él está autorizado para guiaros allí. Creed en Él, confiad en Él. Entonces siempre estaréis protegidos, y Él cuidará de vosotros. Entregad vosotros completamente a Él, con todo lo que sois, con todo lo que tenéis, y Él os dará, por la providencia de Dios, una vida de abundancia y alegría. Pero nunca confundáis la abundancia con la acumulación de bienes terrenales. Confiad y se os dará todo y más de lo que necesitáis para vivir, tanto espiritual como materialmente.

Hijos míos, involucraos en esta "alegría". Es una vida que no podéis soñar más hermosa.

Os amo.

Vuestra Madre en el Cielo.

Gracias, hijo mío, por escribir para Mí y responder a Mi llamada.

Os amo. Vuestra Madre en el Cielo.