miércoles, 8 de mayo de 2013

Quien no decide por Mi Hijo, solo le queda lo contrario del paraíso: ¡el infierno!

- Mensaje No. 127 -

Hijo mío. Siéntate conmigo. Escucha lo que tengo que decir al mundo: Quien no se abre a Mi Hijo, quien no venera ÉL, quien no le da ÉL el honor debido como Hijo único de Dios, se cerrará las puertas a la Nueva Jerusalén, el Paraíso creado y preparado para TODOS los hijos de Dios por Dios nuestro Padre, el Altísimo, y la Vida Eterna en paz y gloria no le será dada. Sufriirá por la eternidad, porque el diablo tomará posesión de su alma, y no habrá salida para él, porque quien no decide por Mi Hijo, solo le queda lo contrario del paraíso: ¡el infierno!

Hijos míos. Hijos amados míos. No caigan en las mentiras que Satanás difunde: La vida después de la muerte física continúa, porque su alma nunca puede morir. Después de la “vida terrenal” viene lo eterno, y allí está el Reino de los Cielos o el Infierno provisto para ustedes por Dios. Ya no hay nada material, como lo conocen de su tierra. Allí está el paraíso del amor, en el reino de Dios Padre, donde la alegría, la felicidad y la plenitud refrescan su alma, y allí está el infierno, el mayor de todos los tormentos que pueden infligir a su alma.

Así que quien no decide por Jesús, su Salvador, quien no le da ÉL su SÍ durante su vida en la tierra, automáticamente decide por Satanás y el infierno, porque quien no toma una decisión, no le da a Jesús su SÍ, que ÉL necesita para poder llevarlos con Él a Su Reino.

Así que despierten y den su SÍ a Jesús! Confíen en ÉL en TODOS los asuntos, también los terrenales y cotidianos. Entréguense completamente a ÉL con cuerpo, mente y alma, y un maravilloso cambio tendrá lugar en ustedes, y el amor de Dios Padre y Su Hijo Santo les será dado ya ahora, durante su vida terrenal.

¡Despierten! Vengan todos a Jesús, Mi Hijo!

TODOS los hijos de esta tierra Yo, la Madre de TODOS los hijos de Dios, los llamo a venir a Jesús, Mi Hijo, y grande será la alegría en sus corazones tan pronto como se hayan entregado a ÉL, le hayan dado ÉL su SÍ.

Así sea.

Su amorosa Madre en el Cielo.