Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania

 

domingo, 26 de mayo de 2013

Día de la Sagrada Primera Comunión

- Mensaje No. 152 -

 

Nota: Después de 5 días de tormenta continua, hoy en la mañana hay una calma absoluta Hijo mío. Querido hijo mío. Yo, tu Madre en el Cielo, me alegro, porque hoy es un día hermoso. Después de una prolongada purificación, Dios Padre ha cesado hoy, este Domingo Santo, para Sus queridos hijos creyentes, para que puedan descansar, asistir a la Santa Misa y disfrutar del día.

No pienses, sin embargo, que las purificaciones de la tierra han terminado, porque como te dije en un mensaje anterior, aún se necesita mucha purificación, porque demasiado grandes son los pecados del mundo, que como plomo cubren tu alma y tu tierra.

Aún muchos hijos de Dios tienen que recorrer el camino del conocimiento y este, Mis amadísimos hijos, no es fácil, como muchos de ustedes creyentes saben por su propia experiencia.

Hijos míos. Permaneced fieles a Nosotros. Seguid a Mi Hijo. Y muchos dones hermosos y gloriosos de Dios se os darán, como hoy, donde muchos creyentes se están reuniendo y Dios Padre está dando un respiro a la purificación de la tierra.

¡Creed y confiad! Quien confía en Jesús cosechará las glorias del cielo. Así sea.

Os deseo un maravilloso Domingo a todos Nuestros hijos de esta tierra.

Vuestra Madre amorosa en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios.

"Creed y confiad, porque donde hay fe, hay paz - y Dios Padre hace Sus gloriosos milagros allí mismo, en vosotros y a vuestro alrededor.

Creed siempre, pequeños hijos, y venid a Mí, vuestro Jesús. Espero con ansias a cada uno de vosotros. Mis brazos se extienden hacia vosotros, y Mi misericordia os desea, porque así de mucho amo a cada uno de vosotros.

Venid, hijos míos, venid a Mí y confiad, porque juntos cosecharemos las glorias del Cielo que Mi y vuestro Padre tiene reservadas para cada uno de vosotros, y viviremos y disfrutaremos de la Vida Eterna juntos y en Su paz.

Venid, pequeños hijos, venid. Yo, vuestro Santo Hermano, nunca os abandonaré. Por cada uno cuidaré, pero necesito vuestro SÍ.

Venid, hijos míos, venid. Yo, vuestro Jesús, os amo mucho - y nada confortará más Mi Sagrado Corazón que saber a todos Mis hermanos y hermanas en el Reino de Dios, el Nuevo Paraíso. Venid, hijos míos, venid.

Vuestro Jesús siempre amoroso.

Hermano y Salvador de todos los hijos de Dios.

Venid, hijos míos, venid."

Origen: ➥ DieVorbereitung.de

El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.