lunes, 19 de diciembre de 2016

Llamamiento Urgente de Jesús El Buen Pastor a la Humanidad.

¡Preparaos, Rebaño Mío, porque los Días Venideros son de Combate Espiritual!

Paz a vosotros, ovejas de mi rebaño

Se acaban los días de paz, se acercan los días de tribulación en los que la humanidad ya no estará tranquila; muchos se perderán por no estar preparados espiritualmente. Cómo desearía que esta humanidad se refugiara en mi misericordia, pero no, ¡la inmensa mayoría sigue dándome la espalda y no se enfrenta a mí! Otros son tibios y me alaban con los labios y los oídos, pero sus corazones están lejos de Mí. Sólo una pequeña minoría pone en práctica mis palabras y me busca con corazón sincero.

Oh, humanidad ingrata y pecadora, si no despertáis de vuestro letargo y os arrepentís, ¡seguro que os perderéis para siempre! Sigo esperando pacientemente al pecador para ver si, en el último segundo, se arrepiente y salva su vida. Sigo buscándole y llamándole como el pastor llama a sus ovejas; no quiero su muerte ni me complace verle sufrir. Como el buen pastor, seguiré buscando a la oveja perdida y, cuando la encuentre, la llevaré sobre mis hombros y me alegraré de su regreso. ¡Me duelen tanto la ingratitud y la insensibilidad de esta generación de estos últimos tiempos! ¿Por qué sois tan indiferentes y distantes con Aquel que os ama y ha dado Su vida por vosotros?

Soy fiel a Mi palabra y os esperaré, ovejas rebeldes, hasta que se consuma el último segundo de misericordia. Mis Palabras son Palabras de Vida Eterna y no busco asustaros con ellas, ni crearos miedo; mi deseo es haceros un llamamiento para que os convirtáis y volváis de nuevo a mi redil. Atiende mi llamamiento, oveja descarriada, quiero que vuelvas a mis apriscos; lloro y sufro por tu pérdida y no descansaré hasta encontrarte. Soy tu Pastor Eterno que te espera para conducirte a verdes praderas y frescas aguas donde saciarás y calmarás tu sed. Recuerda que la noche está cerca y que los lobos merodean buscando devorar a mis ovejas. Si os alejáis de mí, pereceréis.

Preparaos, rebaño mío, porque los días venideros son de combate espiritual. Cuando menos lo esperéis, todo se descontrolará y la vida en la Tierra ya no será igual. Las malas noticias y las tragedias van a formar parte de vuestra vida cotidiana; sólo los que perseveren, recen y confíen podrán alcanzar la Gloria Eterna. Se acerca el tiempo de las tinieblas y ya no habrá paz en la Tierra, ni espacios para la convivencia. La humanidad pronto sentirá en su alma y en su carne el dolor que produce Mi partida. Se acercan los días en que os arrancaré Mi Espíritu y la inmensa mayoría quedará en tinieblas y sabrá lo que es vivir sin el Espíritu de Dios. Todos aquellos que no estén preparados espiritualmente se perderán; la humanidad caminará por el desierto espiritual, muchos enloquecerán, otros se quitarán la vida y el espíritu del mal pondrá a prueba a la humanidad.

La fe, la oración, el ayuno y la confianza en Dios serán la fuerza de Mi pueblo. Vuestra fe será puesta a prueba y los demonios os tentarán, buscando vuestra ruina por todos los medios. No temáis, si permanecéis unidos a Mí y perseveráis hasta el final, os aseguro que saldréis victoriosos. Así pues, rebaño mío, estad listos y preparados, porque se acercan los días de la prueba. Mi Madre será el Tabernáculo donde Yo permaneceré. Ella os guiará y será vuestro consuelo y refugio en los días de oscuridad que se aproximan.

Mi paz os dejo, Mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor de todos los tiempos

Ovejas de mi rebaño, Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad