Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 1 de enero de 2017
Vigilia de Año Nuevo

(Sí. Lo hare. Lo haré, y agradezco al Señor y a ti la gracia de poder servirles un año más de mi vida.
MENSAJE De Nuestra Señora Reina Y Mensajera De PAZ
«- Hijos míos, soy la Madre de Dios, soy la Madre Dei, soy Teotokus. Hoy, cuando me celebráis como Madre de Dios, vengo de nuevo a decíroslo: ¡Soy la verdadera Madre de Dios! Di a luz al que es verdadero Dios y verdadero hombre, al salvador de toda la humanidad. Soy la verdadera generadora de Dios porque no sólo engendré a Jesucristo como hombre, sino también como Dios. Y aunque Él era eterno y no tenía principio ni fin, fue engendrado por mí en el tiempo. Por tanto, soy la verdadera Madre de Dios.
Soy la única, la única criatura que puede decir con el Padre: He engendrado al mismo Hijo en común con el Padre Eterno.
Por eso, hoy, en el día de mi fiesta, vengo a deciros: Tened confianza en mi poder, en mi poder de Madre de Dios. Porque mi Hijo, que recibió de mí la carne y la sangre, la sustancia humana para hacerse hombre en mi seno, ¡me ama! Me ama como a su propia gloria. Por eso, concédeme también todo lo que quiero y le pido.
Soy la verdadera Madre de Dios, unida a Él en este misterio de amor que ha hecho de mí su tabernáculo, su templo vivo. Como han dicho tantos Santos, iluminado por la gracia del Espíritu Santo, Dios habitaba en mi seno, guardaba conmigo la identidad de una naturaleza.
Y aunque éramos dos, éramos un solo Corazón en la llama de amor del Espíritu Santo.
Y mientras yo daba a Jesús mi sustancia materna y hacía circular mi sangre por su cuerpo, él me daba cada vez más participación en su divinidad haciendo circular su gracia divina por toda mi alma y todo mi Corazón.
Y mientras yo daba a Jesús mi carne y mi sangre para que después la sacrificara en la cruz por vuestra salvación, Jesús me daba cada vez más una participación profunda en su amor, en su gracia divina que me transformaba toda en él y me hacía verdaderamente una con él en el amor.
Así pues, hijos míos, yo reino en el cielo sobre el Corazón de mi Hijo y Él no me niega nada por mucho que yo se lo pida. Así que quien quiera la gracia de la salvación, ¡venga a mí! Yo se lo pediré a mi Hijo y mi Hijo salvará a aquél por quien lo pida. Quien quiera cualquier gracia, ya sea espiritual o temporal, ¡venga a mí! Porque todo lo que me pida mi Hijo no me lo negará, y muchas de sus gracias ya me las ha dado él mismo para que las dé a quien quiera y como quiera, pues yo soy su Madre, Reina del Cielo y de la Tierra y reino sobre el Corazón y los bienes de mi Hijo.
Tened, pues, confianza en mí. Mi Corazón Inmaculado triunfará porque soy la Madre de Dios y Él, que es el Rey del Cielo y de la Tierra y que todo lo gobierna, realizará mi triunfo para mayor gloria de su nombre, para mayor alegría de mi Corazón, para mayor justificación de los justos y para mayor salvación de tantas almas que están en peligro de condenación eterna. Por la salvación de la humanidad, para que llegue a ser verdaderamente un jardín de gracia y de santidad de la Santísima Trinidad.
Yo soy la Madre de Dios, yo soy Mater Dei, yo soy Teotokus. Por eso, hijos míos, nada, nada podrá impedir que mi Corazón Inmaculado triunfe. ¡Creed y rezad con firmeza! Sobre todo mi Rosario, todos los días. Y este año veréis las grandes maravillas de mi Corazón Inmaculado sucediendo en vuestras vidas.
La razón por la que muchos no ven mis gracias en sus vidas es porque no confían en mi poder. Donde si creéis que puedo hacerlo todo con el Corazón de mi Hijo, allí haré grandes gracias. Donde si rezo mi Rosario con fe y confianza en mi poder, haré grandes gracias del Señor.
Y rezar con esta confianza por la conversión de la humanidad. Porque este año, hijos míos, mientras os preparo grandes gracias, los pecados del mundo están preparando muchos castigos para el mundo. Estos pecados claman venganza al Cielo cada día. Son pecados de violencia, de asesinato, de aborto, de adulterio, de impureza, de inmoralidad, de fornicación, de apostasía, de pérdida de almas, de errores que se enseñan incesantemente dentro y fuera de las iglesias. Por todo esto, por la vida inmoral que el pueblo ha llevado lejos de Dios y ofendiendo a Dios, se preparan grandes castigos para el mundo.
Rezad para que os detenga y para que derrame sobre vosotros nuevas y abundantes gracias de mi llama de amor. Para conseguirlo, espero que ya este mes el trece que recéis sea el número nueve. Quiero que recéis la trece número nueve desde hoy hasta el día trece, y que ofrezcáis esta trece principalmente para que los castigos por los pecados del pueblo sean cancelados y para que pueda alcanzar la misericordia.
Y la Setena que quiero que reces es la número seis. Así, ofreciendo un gran poder de oración e intercesión, me ayudarás a alejar tantos males que se ciernen sobre el mundo para que pueda traerte gracia, misericordia y paz.
Quiero traer al mundo una nueva cosecha de gracia. Para ello, os pido que recéis y que no pongáis obstáculos a mi llama de amor para que actúe en este nuevo año. Y entonces, hijos míos, verdaderamente mi llama de amor actuará poderosamente en vosotros y a través de vosotros en el resto del mundo para transformarlo en un jardín de gracia y de amor de mi Corazón Inmaculado.
Quiero que este año crezcáis más en mi llama de amor. Para ello, repetid el acto de amor incesante que se os ha enseñado aquí, para que mi llama de amor crezca en vosotros. Y sobre todo, hijos míos, meditad este mes de enero sobre todos los mensajes que os di el año pasado, especialmente los de mi llama de amor, para que podáis abrirle vuestros corazones y permitirle realmente que entre en vuestros corazones y haga que mi obra se realice en ellos.
¡Preparaos! Porque grandes gracias están preparadas para aquellos que digan sí definitivamente a mi Corazón y me elijan como su tesoro, su vida y todo.
Seguid rezando mi Rosario todos los días. Hoy con amor os bendigo desde Lourdes, desde Fátima y desde Jacareí».
(Marcos) «Querida Madre Celestial, ¿serías tan amable de tocar estos rosarios que hemos hecho para tus hijos?
(María Santísima sobre los Rosarios tocados por Ella): «Mis queridos hijos, como he dicho otras veces, allí donde lleguen estos Rosarios tocados por Mí estaré viva, llevando las grandes gracias del Señor y de mi Corazón Inmaculado.
Dondequiera que estén estos Rosarios allí estará mi protección, sobre todo, en el tiempo del Castigo. Estos Rosarios serán como la sangre del Cordero a la puerta de los israelitas y donde había esa sangre el Castigo no podía herir esa casa.
Así también, la casa que tenga estos Rosarios tocados por Mí, esta casa no será tocada por los Castigos de la Ira de Dios cuando llegue el tiempo del gran Castigo.
Y los demonios no podrán entrar en la casa donde estén estos Rosarios para agarrar a ninguno de sus habitantes y llevárselo a las llamas eternas.
Este es otro regalo del amor de mi Corazón Inmaculado para todos mis hijos a los que tanto amo.
A todos de nuevo bendigo ahora y dejo Mi Paz. Buenos días».
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.